Quiero creer que no voy a tener que tomar esta decisión sólo. Asumo que nadie faltará en esta reunión... ¿Caminé toda la llanura para terminar sentado frente a esta mesa sólo?
Un revolver calibre 44 gira cerca de mi mano izquierda, tiene las cachas raspadas por los años y la pólvora derramada. Siempre me ha acompañado y hoy no es la excepción. Pero algo me dice que no será vuelto a enfundar frío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario