miércoles, 1 de septiembre de 2010

Memorias de Moribia: Ojos abiertos a la muerte II

¡Maldito nido de ratas! 

No me canso de liquidar modificados y por si fuera poco, siguen multiplicándose... Cuando matas a tu mejor amigo porque él es quién quiere matarte, te vuelves a replantear todo...

Veo la puerta a diez metros, pero será difícil salir ileso de aquí. 


Accedí a buscar dentro de este nido porque realmente alguien habría logrado darme un halo de esperanza de que podría encontrar alguien vivo. Pero mi instinto nunca dejó de advertirme, que me estaba acercando al sucio subsuelo moribiano.

Ella, que no había perdido una sola de sus habilidades como asesina, llevaba su boca cubierta de sangre oscura y sus brazos vestidos de la misma sustancia... aún colgaban de su cintura la cartuchera de cuero rojo con las letras MG y sus pálidos ojos eran de un verde profundo y brillante. En un arrebato de ira trató de atacarme, doce balazos después seguía jadeando en el piso, cualquier intento de matarla era en vano. Se escondió detrás del cadáver putrefacto de una mujer y comenzó a devorar sus visceras como si estas le sirvieran para recomponerse.

No advertí hasta un segundo después que detrás mío se encontraban tres modificados esperándome para darme final... Recibí la primera estocada bajo el cuello...

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